miércoles, mayo 05, 2004


Según el código vampírico internacional, si dos vampiros se disgustan; pueden resolver sus diferencias mediante dulces arrumacos, regalos, dentelladas o una mortífera batalla campal hasta que uno de los ofendidos deje la existencia .

Todos los hemófagos de la ciudad estaban pendientes de la rencilla entre la vampiro Pellejo y yo. Incluso supe que antiguos vampiros europeos apostaban el plasma de sus esclavos contra los picudos sombreros de las brujas para que les permitieran ver la pelea en sus bolas de cristal (pay-per-view). Gran negocio.

Mis ayudantes prometen tener todas mis armas listas...
-Psiiiií jefe, -dijo Morondongo
nomás tráiganos unas papas con chile y ponga la tele en el chavo del ocho.

Cabrones ! (lo que no saben es que Roberto Gómez Bolaños también es un vampiro).