sábado, abril 24, 2004

Precisamente ayer discutía con otro vampiro sobre la dualidad alma-cuerpo. Después de mucho alegar le dije: -La carne, en su estado más sensible; es parecida al alma.

Lo vi alejarse aventando las sillas temblando de coraje, quizá por que se le había caído la botella de cerveza.