lunes, agosto 14, 2006

Una breve historia perra

El vampiro había llegado al antro con sus tenis rojos.

La primer mujer que tomé por la cintura brincó indignada y me puso una buena cachetada.

Me fui por una cerveza. Le extendí un billete de 50 pesos al mesero que se retiró ofendido.

Varias vampiras me rodearon y me arrastraron a su mesa. Me contaron historias que tienen que ver con la lluvia y los perros callejeros. Una de ellas traía en su bolso un pequinés que no dejaba de ladrar. Le destrozé la cervical en un descuido.

Mi celular necesitaba un protector de piel. Pienso ir con un bolero mañana para que cambie el color de piel del pequinés. Un vampiro ne se vería muy respetable con un celular café-almendra.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

no importa deque color sea. el, color negro selleba dentro de todo ser que pertenese al mismo nucleo dela trizteza y deseo de morir algun dia.......

6:40 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

acaso no son de lo mejor unos tennis rojos?, a mi me parece que si...Cinthia.

10:49 p.m.  

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