Estos vientos huracanosos...
Venía bien agusto con el rostro lleno de tierra cruzando de regreso a Juárez el puente Santa-Fe cuando sentí un picotazo intenso en la sesera.
De inmediato empezé a lanzarle flechas, jabalinas, pesetas y hasta un manojo de llaves al pájaro que me atacaba; sin poder defenderme mucho del terregal y del ave caí gravemente al pavimento.
Me froté los ojos y presioné la herida de mi frente...
La Cigueña dijo: ¿Es usted Vampírum-Pável... vampiro violinista?
Tss.....posss...pos sí.
La Cigueña me entregó entonces una carta con un listón azul y se alejó batiendo sus alas magníficas. Me dispongo a abrir la carta. Palidezco.
De inmediato empezé a lanzarle flechas, jabalinas, pesetas y hasta un manojo de llaves al pájaro que me atacaba; sin poder defenderme mucho del terregal y del ave caí gravemente al pavimento.
Me froté los ojos y presioné la herida de mi frente...
La Cigueña dijo: ¿Es usted Vampírum-Pável... vampiro violinista?
Tss.....posss...pos sí.
La Cigueña me entregó entonces una carta con un listón azul y se alejó batiendo sus alas magníficas. Me dispongo a abrir la carta. Palidezco.
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