martes, noviembre 08, 2005

Excelentemente bien rasurado salí a caminar porque necesitaba algo de alimento.

Al final de la calle apareció un Ogro Kuacuicle con una cadena, echando espuma por la boca. Me amenazó cerrando lso puños y emitiendo un gruñido Mññññ. Bueno, varios: Mñññ..ñnnnnnññ, pos así como hacen nos ogros cuando ven algo que les disgusta.

¿Qué aspecto tiene un Ogro? Algo así como si se le hubiera atado a un caballo y se le arrastrara por kilómetros de terracería. Huelen rancio. Portan cadenas (tienen una obsesión por los eslabones, los cuentan todo el tiempo para saber si están ahí).

El primer cadenazo me mochó la oreja izquierda. El segundo me hizo rodar debajo de un Volkswagen. Emergí lleno de aceite con un pedazo del chasis del auto a manera de espada.

El ogro lanzó un golpe con los eslabones de titanio, atando mi arma, cosa que aproveché para encajar el metal en un medidor de electricidad. La corriente eléctrica pasó quemándome las manos, pero al Ogro le fue peor; ya que son altamente combustibles.

Cuando llegaron los bomberos encontraron un humeante charco de grasa. El vampiro brincaba de azotea en azotea, merendándose unos gatos del sector. Casi sin usar las palmas de las manos.