lunes, marzo 08, 2004

El vampirum se frotó las manos, la gelatina cuajaba excelentemente (pues como cuaja la gelatina, si no pos no sería gelatina). Abró el refri y notó que había que sacar los cuerpos primero...

Se rascó la cabeza, y pensó que los cadáveres dificilmente hacen un día dulce.

Sus ojos entrecerrados se admiraban de la capacidad que tienen los vampiros para las gelatinas de limón, los cadáveres cúbicos, y las matemáticas no-euclidianas.