lunes, octubre 25, 2004

Brujos anti-cucuy (segunda parte) y paro vampírico.

Pues continuaba platicando con el Cucuy Rojo, cuando fuimos rodeados por seis brujos.

Se movieron rápido, nos apuntaban con jeringas gigantes; sus gorros ?por supuesto- eran picudos. Apártese Vampírum... queremos las escamas de ese Cucuy... hemos hechizado toda la cuadra... y nuestras jeringas están llenas de pipí-inmovilizadora.

El Cucuy continuaba con sus gestos grotescos y sus carcajadas (es la forma en que destantea a sus enemigos) afortunadamente iba pasando por la calle una destartalada troca de mudanzas, cargaba una cama antigua con todo y su colchón; arrojé con todas mis fuerzas de vampiro a mi amigo Cucuy directo a la cama y desapareció al instante. Es sabido que los cucuys se teletransportan de una cama a otra con tan solo meterse debajo de ellas. Por eso los niños lloran y apuntan a su cama diciendo ?ñaaaa...ñaaaa...cucuy...cucuyyy..!

Los brujos me mojaron con los orines de sus jeringas y quedé totalmente inmovilizado.

¿Sabían ustedes que cuando deje de existir la raza de los cucuy, desaparecerán también todos los arcoiris del mundo?

(Dedicado a la Yury biliosa y traicionera)